Increíble nueva forma de color de Oophaga vicentei

Alrededor del año 2004, se introdujo de contrabando en el comercio de mascotas europeo una rana venenosa que se asemejaba a la rana venenosa de lunares Oophaga arborea. Este llamativo animal tenía puntos amarillos característicos de la especie y causó sensación. Parte de la emoción se debió a que Oophaga arborea es una especie en peligro crítico que se encuentra en una distribución conocida muy pequeña, donde habita en las bromelias en las copas de los árboles. Se pensaba que era común en la década de 1980, pero podría haber disminuido debido a la quitridiomicosis. Según la Lista Roja de la UICN, se vio por última vez en 2012, pero posiblemente se haya escuchado más recientemente en la reserva forestal de Fortuna. ¿Podría indicar este animal que la rana venenosa de lunares ha sobrevivido a la epidemia de quitridiomicosis en los anfibios?

Small brown poison dart frog covered with with pale yellow dots

En junio de 2022, se descubrió una población de ranas con manchas amarillas que se asemejaban a la rana venenosa de lunares en Veraguas, fuera de la distribución conocida de la rana de lunares. Los investigadores recolectaron algunas muestras y las analizaron genéticamente, las cuales coincidieron más estrechamente con la rana venenosa de Vicente, Oophaga vicentei. Estas ranas dardo son conocidas por ser altamente polimórficas, presentándose en gris pizarra, azul metálico, amarillo o rojo ladrillo con moteado oscuro. ¡La versión de lunares amarillos, sin embargo, era una novedad! Las ranas dardo venenosas de Vicente están catalogadas por la UICN como en peligro, pueden ser localmente abundantes en los lugares donde se encuentran y son conocidas en una pequeña área de Panamá.

El artículo fue publicado en la revista Salamandra: Monteiro JPC, Ibáñez, R, Mantzana-Oikonomaki, V., Pröhl, H., Rodríguez, A. (2023) Diversidad genética de Oophaga vicentei (Anura: Dendrobatidae) y posición taxonómica de una sorprendente variante de color de Panamá. Salamandra 59 (4): 347-351.

Los anfibios siguen siendo la clase de vertebrados más amenazada y necesitan nuestra ayuda.

La destrucción del hábitat y las enfermedades son causas bien documentadas del declive de los anfibios, que se encuentran entre los animales más amenazados del planeta, pero un nuevo artículo que analiza dos décadas de datos de todo el mundo ha encontrado que el cambio climático está emergiendo como una de las mayores amenazas para las ranas, salamandras y cecilias. El estudio se publicó hoy, 4 de octubre, en la revista científica Nature.

El estudio, titulado «Continúan los declives de los anfibios del mundo ante las amenazas emergentes», se basa en la segunda evaluación global de anfibios, coordinada por la Autoridad de la Lista Roja de Anfibios, que es una rama del Grupo de Especialistas en Anfibios de la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), alojada y gestionada por Re:wild.

La evaluación evaluó el riesgo de extinción de más de 8,000 especies de anfibios de todo el mundo, incluyendo 2,286 especies evaluadas por primera vez. Más de 1,000 expertos de todo el mundo contribuyeron con sus datos y conocimientos, y se encontró que dos de cada cinco anfibios están amenazados de extinción. Estos datos se publicarán en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

Entre 2004 y 2022, algunas amenazas críticas han acercado a más de 300 anfibios a la extinción, según el estudio. El cambio climático fue la principal amenaza para el 39% de estas especies. Se espera que este número aumente a medida que estén disponibles mejores datos y proyecciones sobre las respuestas de las especies al cambio climático. El cambio climático es especialmente preocupante para los anfibios en gran parte debido a su sensibilidad a los cambios en su entorno.

Small red poison dartfrog called Andinobates geminisae carrying a tadpole on his back

La rana dardo de Géminis es un anfibio Panameño en peligro crítico que fue descrito recientemente. Se encuentra en una zona de tan solo 40 km², y los machos cuidan de las crías y transportan a los renacuajos en sus espaldas.

«A medida que los humanos impulsan cambios en el clima y en los hábitats, los anfibios se están convirtiendo en cautivos del clima, incapaces de moverse muy lejos para escapar del aumento inducido por el cambio climático en la frecuencia e intensidad de calor extremo, incendios forestales, sequías y huracanes», dijo Jennifer Luedtke Swandby, gerente de especies de Re:wild, coordinadora de la Autoridad de la Lista Roja de la UICN y una de las autoras principales del estudio. «Nuestro estudio muestra que no podemos seguir subestimando esta amenaza. Proteger y restaurar los bosques es fundamental no solo para la preservación de la biodiversidad, sino también para abordar el cambio climático».

La destrucción y degradación del hábitat como resultado de la agricultura (incluyendo cultivos, ganado como el ganado y la ganadería, y la silvicultura), el desarrollo de infraestructura y otras industrias siguen siendo la amenaza más común, según el artículo. La destrucción y degradación del hábitat afectan al 93% de todas las especies de anfibios amenazadas. La protección expandida del hábitat y de corredores en los lugares más importantes para la biodiversidad seguirá siendo crítica.

Enfermedades causadas por el hongo quitrídeo, que ha diezmado especies de anfibios en América Latina, Australia y Estados Unidos, y la sobreexplotación, siguen causando la disminución de los anfibios. La destrucción y degradación del hábitat, las enfermedades y la sobreexplotación son amenazas que se ven exacerbadas por los efectos del cambio climático.

El estudio también encontró que tres de cada cinco especies de salamandras están amenazadas de extinción principalmente debido a la destrucción del hábitat y el cambio climático, lo que convierte a las salamandras en el grupo de anfibios más amenazado del mundo. América del Norte alberga la comunidad más biodiversa de salamandras del mundo, incluyendo un grupo de salamandras sin pulmones abundantes en las Montañas Apalaches del este de Estados Unidos. Debido a esto, los conservacionistas están preocupados por un mortal hongo de salamandras que se ha encontrado en Asia y Europa, llamado Batrachochytrium salamandrivorans (Bsal), que podría ingresar a las Américas.

«Bsal aún no ha sido detectado en Estados Unidos, pero debido a que los humanos y otros animales pueden introducir el hongo en nuevos lugares, podría ser solo cuestión de tiempo antes de que veamos la segunda pandemia global de enfermedades de anfibios», dijo Dede Olson, ecóloga de investigación del Servicio Forestal del USDA, miembro del Grupo de Especialistas en Anfibios de la UICN y coautora del artículo. «Es fundamental que sigamos implementando acciones de conservación proactivas para prevenir la propagación de Bsal en Estados Unidos, incluyendo prácticas efectivas de bioseguridad para anfibios silvestres y en cautiverio, así como medidas de detección y respuesta rápidas. El Grupo de Trabajo Bsal de América del Norte incluye un plan estratégico de múltiples enfoques que abarca una red de vigilancia y monitoreo continental, estudios de investigación que identifican geografías y especies de alto riesgo, y asociaciones colaborativas en los sectores público, privado y gubernamental».

El artículo de Nature proporciona una actualización del artículo de referencia de 2004 que se basó en la primera evaluación global de anfibios para la Lista Roja de la UICN, que reveló la crisis de anfibios en desarrollo por primera vez y estableció una línea de base para monitorear tendencias y medir el impacto de la conservación. Según este nuevo estudio, casi el 41% de todas las especies de anfibios que han sido evaluadas están actualmente amenazadas a nivel global, consideradas en peligro crítico, en peligro o vulnerables. Esto se compara con el 26.5% de los mamíferos, el 21.4% de los reptiles y el 12.9% de las aves.

Cuatro especies de anfibios se han documentado como extintas desde 2004: el sapo arlequín de Chiriquí (Atelopus chiriquiensis) de Costa Rica, la rana día de nariz puntiaguda (Taudactylus acutirostris) de Australia, Craugastor myllomyllon y la salamandra de riachuelo falsa de Jalpa (Pseudoeurycea exspectata), ambas de Guatemala. Veintisiete especies adicionales consideradas en peligro crítico ahora se consideran posiblemente extintas, lo que eleva el total a más de 160 anfibios en peligro crítico que se consideran posiblemente extintos. La evaluación también encontró que 120 especies mejoraron su estado en la Lista Roja desde 1980. De las 63 especies que mejoraron como resultado directo de la acción de conservación, la mayoría lo hizo debido a la protección y el manejo del hábitat.

«La historia de la conservación de anfibios en sí misma demuestra cuán vital es esta información», dijo Adam Sweidan, presidente y cofundador de Synchronicity Earth. «Si la Lista Roja de la UICN se hubiera actualizado a una escala similar en la década de 1970 que lo está hoy, podríamos haber rastreado la devastadora pandemia de enfermedades de anfibios 20 años antes de que diezmara las poblaciones de anfibios. No es demasiado tarde; tenemos esta riqueza de información, tenemos el Plan de Acción de Conservación de Anfibios, pero los planes e información no son suficientes. Debemos actuar. Debemos actuar rápido».

Los conservacionistas utilizarán la información de este estudio para ayudar a informar un plan global de acción de conservación, priorizar acciones de conservación a nivel mundial, buscar recursos adicionales e influir en políticas que puedan ayudar a revertir la tendencia negativa para los anfibios.

En un esfuerzo sin precedentes, más de 40 organizaciones de 13 países se unen para proteger y recuperar las ranas arlequín, joyas de Centro y Sur América, gravemente afectadas por una enfermedad anfibia mortal

Con la creación de la Iniciativa de Supervivencia Atelopus (ASI), una nueva alianza de más de 40 organizaciones de 13 países, llega un nuevo día para las ranas arlequín, joyas de los bosques y arroyos del Centro y Sur América, y uno de los grupos de anfibios más afectado por el hongo quítrido mortal Batrachochytrium dendrobatidis (Bd).

Si bien los investigadores y conservacionistas de anfibios han trabajado durante muchos años para salvar a las ranas arlequín (que componen el género Atelopus) y grupos de especies en países individuales, la ASI los reunirá por primera vez para combinar los recursos, décadas de experiencia y conocimiento necesarios para prevenir la extinción de todo el género de ranas arlequín en toda la región donde estas especies aún sobreviven.

“Como un grupo increíblemente diverso de anfibios que enfrentan una serie de amenazas, las ranas arlequín requieren soluciones innovadoras provenientes de un grupo diverso de individuos y organizaciones con diferentes experiencias, conocimientos y capacidades”, dijo Lina Valencia, fundadora de ASI, co-coordinadora del Grupo de Trabajo Atelopus del Grupo Especialista en Anfibios de la UICN y coordinadora de los países andinos para Re: wild, uno de los principales convocantes de la ASI. “Más que nunca antes, necesitamos una constelación de campeones que trabajen juntos para traer de regreso a las ranas arlequín del borde de la extinción. La ASI resalta la necesidad crítica de implementar acciones de conservación en campo que mitiguen las principales amenazas a este hermoso grupo de anfibios.”

Durante las últimas décadas, muchas especies de rana arlequín han sufrido graves declives poblacionales y extinciones en toda su área de distribución. Hoy en día, de las 94 especies de ranas arlequín evaluadas por la UICN, 83% están en peligro de extinción, mientras que alrededor del 40% de las especies de Atelopus han desaparecido de sus hogares conocidos y no se han visto desde principios de la década de los 2000s, a pesar de grandes esfuerzos para encontrarlas. Cuatro especies de ranas arlequín ya están clasificadas como extintas, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, pero este número probablemente sea mayor.

El hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) causa la enfermedad letal quitridiomicosis, que ha provocado una disminución de los anfibios en todo el mundo, incluso en Australia y el oeste de los Estados Unidos. Aunque es probable que Bd sea la principal causa de estas disminuciones, otras amenazas están exacerbando los precipitados declives en la población. Esto incluye la destrucción y degradación de los hábitas (como resultado de la agricultura animal, la tala, la minería y el desarrollo de infraestructura), la introducción de especies invasoras como la trucha arcoíris que se alimenta de renacuajos de ranas arlequín, la contaminación, la recolección ilegal para el comercio de mascotas y la efectos del cambio climático.

La ASI y sus miembros, incluidos gobiernos, comunidades locales y pueblos indígenas, abordarán en colaboración cada una de estas amenazas, y las nuevas amenazas que surjan, para todo el género, teniendo en cuenta las realidades sociales, políticas y culturales de cada uno de los 11 países donde se encuentran las ranas arlequín.

“Con sus bellas canciones y estilos de vida únicos, los anfibios se encuentran entre los animales más extraordinarios de la Tierra, y entre ellos, las ranas arlequín se destacan por sus asombrosos colores”, dijo Luis Fernando Marin da Fonte, coordinador del ASI y director de alianzas y comunicaciones para la Amphibian Survival Alliance. “Pero estas joyas coloridas y delicadas son cada vez más raras. Las ranas arlequín deben ser protegidas no solo por su belleza y singularidad, sino también por su valor intrínseco e importancia biológica, ecológica e incluso cultural.”

El Plan de Conservación para la Rana Arlequín (Atelopus) (HarleCAP), recientemente desarrollado por la Iniciativa, proporciona la hoja de ruta para conservar y recuperar el género de las ranas arlequín y su hábitat. Los objetivos del plan de acción que la ASI pretende alcanzar para el 2041 (el 200 aniversario de la descripción del género Atelopus), incluyen:

desarrollar e implementar métodos innovadores para mitigar los impactos del quitridio en las poblaciones de rana arlequín y comprender mejor por qué algunas especies son menos susceptibles a los efectos del quitridio;
proteger y restaurar los bosques y las cuencas hidrográficas de la rana arlequín;
crear y mantener programas de cría para la conservación;
buscar especies perdidas para la ciencia y llenar otros vacíos en el conocimiento científico sobre las ranas arlequines;
compartir historias que transformarán a las ranas arlequín en símbolos de esperanza para la región y el mundo, y una insignia de éxito de conservación;
asegurar que la red de conservación Atelopus cuente con el apoyo técnico, logístico y financiero para asegurar la conservación a largo plazo de las ranas arlequín.

“El establecimiento de iniciativas colaborativas a nivel internacional y regional es fundamental para coordinar esfuerzos y obtener resultados tangibles que tengan un impacto eficaz y real en la conservación de una especie en peligro de extinción,» dijo Gina Della Togna Universidad Interamericana de Panamá, Panamá. «La Iniciativa de Supervivencia Atelopus es un ejemplo concreto, que no solo tiene como objetivo conservar una especie, sino todo un género, quizás el más amenazado por la crisis global de extinción de los anfibios”.

Las ranas arlequín se encuentran desde Costa Rica en el norte hasta Bolivia en el sur, Ecuador en el oeste y Guayana Francesa en el este. Se les conoce como las joyas del Neotrópico en parte por sus hermosos y variados colores, que van desde el naranja, el verde, el amarillo, el marrón, el negro, el rojo y, a veces, incluso el morado. Se celebran en varias culturas latinoamericanas, incluidas las culturas indígenas, y en países enteros, como en Panamá, donde el animal nacional es la rana dorada panameña.

Como otros anfibios, las ranas arlequín son vitales para ecosistemas saludables. Sus renacuajos dependen del agua limpia y, debido a esto, la presencia de ranas arlequín indica agua de mejor calidad en un ecosistema, mientras que su declive o ausencia es a menudo el primer signo de un ecosistema en problemas.

“Proteger y restaurar las ranas arlequín y sus hábitats también beneficiará a otras especies que comparten los ecosistemas en los que viven y que proporcionan agua a decenas de millones de personas y, en última instancia, a toda la vida en la Tierra”, dijo Valencia. “Esperamos que la ASI sea un modelo exitoso que los conservacionistas puedan emular para otros grupos de especies amenazadas.”

La Iniciativa de Supervivencia Atelopus incluye grupos de conservación nacionales e internacionales, zoológicos, centros de cría en cautiverio, instituciones académicas, gobiernos y comunidades locales. Sus miembros actuales representan las siguientes organizaciones:
Amphibian Ark, Amphibian Survival Alliance, Asociación Pro Fauna Silvestre – Ayacucho, Bioparque Municipal Vesty Pakos, Bolivian Amphibian Initiative, Centre National de la Recherche Scientifique, Centro de Conservación de Anfibios AMARU, Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios/Fundación Jambatu, CORBIDI, DoTS, El Valle Amphibian Conservation Center Foundation, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Florida International University, Fort Worth Zoo, Fundación Atelopus, Fundación Zoológica de Cali, Universidad del Tolima (GHEE), Grupo de Trabajo Atelopus Venezuela, Image Conservation, Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia, Instituto Venezolano de, Investigaciones Científicas, Ministerio del Ambiente de Perú, MUBI (Museo de Biodiversidad del Perú), Parque Explora, Parque Nacional Natural Puracé, Photo Wildlife Tours, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Pontificia Universidad Javeriana, Re:wild, San Diego State University, Smithsonian Tropical Research Institute, Trier University, Universidad de Antioquia, Universidad de Costa Rica, Universidad de los Andes, Universidad del Tolima, Universidad del Magdalena, Universidade Federal do Pará, Universidad Nacional, Universidad Interamericana de Panamá, Universidad Nacional de Colombia, Universidad San Francisco de Quito, Universidade Estadual de Campinas, Universidade Federal do Oeste do Pará, University of Nevada, Reno, University of Notre Dame, University of Pittsburgh, WCS (Wildlife Conservation Society), WCS Colombia, Zoológico Cuenca Bioparque Amaru

Las Ranas venenosas Rojas prefieren parejas que son semejante a sus padres.

Un nuevo artículo de investigación publico sobre las ranas rojas en Bocas del Toro. Dicha Investigación encontró que una de las razones por la cuál tenemos polimorfismo o variaciones de colores dentro de una especie de rana se debe a que las renacuajas prefieren aparearse con los machos que presentan el mismo color que sus padres (impronta sexual). También el articulo señala que las ranas machos defienden sus territorios con mayor vigor contra otros machos que presentan el mismo color que sus padres (impronta de competidor).
Los investigadores demostraron esto a traves de experimento mediante el uso de padres adoptivos de diferente formas de colores para criar la siguiente descendencia. Despues pusieron a prueba cual seria la preferencia de pareja o competidor que demostraria la cria de la rana adulta.
Este proceso de selección sexual puede conducir a un aislamiento sexual incluso en poblaciones que coexisten en los mismos sitios. Desde una perspectiva evolutiva esto sería un ejemplo raro de formación de una nueva especie o la evolución en proceso a traves de la selección natural sin mediación de aislamiento geografico.
Traducción: Mabry Beck

¿Sabías que en Panamá se realizan grandes esfuerzos en pro de la conservación de anfibios?

Celebrando nuestro Patrimonio Natural
Han pasado casi treinta años desde que científicos panameños e internacionales formaron grupos de trabajo para investigar las misteriosas desapariciones de anfibios (ranas, sapos, salamandras y cecílias) alrededor del mundo. Motivados por su devoción a estos animales y su inagotable curiosidad, en 1999 científicos del Zoológico Nacional de Washington D.C. y la Universidad de Maine, de Estados Unidos, descubren el hongo infeccioso, Batrachochytrium dendrobatidis, conocido comúnmente como hongo quítrido, responsable por la muerte masiva de anfibios en las tierras altas del oeste de Panamá.

En el 2009, se establece el Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC – www.amphibianrescue.org) para salvaguardar especialmente a los que están en riesgo de extinción como la Rana Dorada. Años después, esta operación continúa con fuerza, gracias al apoyo del gobierno nacional, organizaciones locales y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI). El Instituto en su compromiso de conservación con el patrimonio natural de la República de Panamá, ha invertido más de cuatro millones de dólares en el rescate y conservación de anfibios con la generosidad de múltiples entidades públicas y privadas nacionales e internacionales. Hoy reafirma este compromiso poniendo a disposición del país sus valiosos recursos científicos de manos de profesionales panameños.

STRI se une a la celebración de la comunidad científica internacional que estará premiando, en septiembre próximo, al grupo de investigadores que ha dedicado su trayectoria al estudio del hongo quítrido y la conservación de los anfibios panameños, con la firme esperanza de que en un futuro próximo también celebremos el retorno de estos carismáticos animales a su ambiente natural.

Sobre el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales:
El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) con sede en Panamá es la única dependencia de la Institución Smithsonian situada fuera de los Estados Unidos y se dedica a enriquecer el conocimiento sobre la diversidad biológica de los trópicos (www.stri.si.edu).

Lo que empezó en 1923 como una pequeña estación de campo en Isla Barro Colorado de la antigua Zona del Canal de Panamá, representa hoy día una de las principales instituciones de investigación del mundo. Las instalaciones de STRI brindan una oportunidad única para estudios ecológicos a largo plazo en los trópicos y son utilizadas intensamente por más de 1200 científicos, incluyendo panameños, y visitantes que llegan cada año, provenientes de instituciones académicas y de investigación de América y el mundo entero.

Los investigadores enumeran razones para no lamer sapos

Reciente revisión de los compuestos medicinales en las secreciones de Bufonidae

A medida que las enfermedades humanas se vuelven más resistentes a los antibióticos, la identificación de nuevos productos farmacéuticos es crítica. El sapo de caña y otros miembros de la familia Bufonidae producen sustancias ampliamente utilizadas en la medicina popular tradicional, pero los miembros de esta familia en peligro de extinción, como la rana dorada, Atelopus zeteki, pueden desaparecer antes de revelar sus secretos. Científicos del Smithsonian y colegas de la Universidad de Panamá; del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá INDICASAT AIP; la Universidad de Vanderbilt en Tennessee; y la Universidad Acharya Nagarjuna en Guntur, India, crearon un compendio de las sustancias químicas conocidas, producidas por esta familia de anfibios en la revista médica Journal of Ethnopharmacology destacando su potencial en gran parte inexplorado para el descubrimiento de nuevos fármacos.

Cane toad (Rhinella marinus)

«Poco a poco estamos aprendiendo a criar miembros de esta familia de anfibios que ha sido diezmada por la enfermedad del hongo quítrido», comentó Roberto Ibañez, científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI por sus siglas en inglés) y director nacional del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC). «Eso nos da tiempo para entender qué tipo de productos químicos producen, pero es probable que los animales en sus hábitats naturales produzcan una gama aún más amplia de compuestos».

15 de las 47 especies de ranas y sapos utilizadas en la medicina tradicional pertenecen a la familia Bufonidae. Durante milenios, las secreciones de su piel y de las glándulas cerca de sus orificios auditivos llamadas glándulas parótidas, así como sus huesos y tejidos musculares, se han utilizado como remedios para infecciones, mordeduras, cáncer, trastornos cardíacos, hemorragias, alergias, inflamación, dolor e incluso para tratar el SIDA.

La extensa revisión de la literatura existente sobre las toxinas producidas por esta familia reveló que dos especies comunes de sapo asiático, Bufo gargarizans y Duttaphrynus melanostictus, producen el remedio anticancerígeno conocido como Chan Su y Senso. Otra preparación utilizada para tratar el cáncer y la hepatitis, Huachansu o Cinobufacini, está regulada por la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos de China. En Brasil, los intestinos de la Rhinella schneideri, se aplican a los caballos para tratar el parásito Habronema muscae. En España, el extracto del sapo Bufo bufo se utiliza para tratar la podredumbre de los cascos en el ganado. En China, Corea del Norte y del Sur, los ganaderos utilizan la carne de Bufo gargarizans para tratar la peste bovina.

Los científicos sólo han examinado a una pequeña proporción de las más de 580 especies de la familia Bufonidae. «En Panamá, no solo tenemos acceso a una increíble diversidad de especies de anfibios», comentó Marcelino Gutiérrez, investigador del Centro de Biodiversidad y Descubrimiento de Drogas del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT AIP) , «Estamos utilizando nuevas técnicas de espectrometría de masas y espectroscopía de resonancia magnética nuclear para hacer más fácil y más barato elucidar las estructuras químicas de los alcaloides, esteroides, péptidos y proteínas producidos por estos animales. Estamos muy interesados en aprender más sobre los compuestos químicos en esta familia,» agregó.

Se cree que la mayoría de los productos químicos que las ranas y los sapos producen los protegen contra los depredadores. En el caso del género Atelopus, la mayoría de las toxinas encontradas en su piel son tetrodototoxinas. Además, la zetekitoxina se ha encontrado en la, Atelopus zeteki, y la Chiriquitoxina se ha encontrado en la Atelopus limosus, una de las primeras especies que los investigadores exitosamente criaron en cautiverio al igual que la Atelopus glyphus y la Atelopus chiriquiensi.

«Sorprendentemente, las toxinas en la piel de una sola rana pueden matar de 130 a 1000 ratones», comentó Candelario Rodríguez, investigador de INDICASAT AIP y autor principal de la revisión. «El mecanismo de acción es que reducen el ritmo cardíaco, haciendo de estos compuestos terapéuticos interesantes candidatos. La rana dorada, Atelopus zeteki, uno de los símbolos nacionales de Panamá, es la única especie del género Atelopus que secreta zetekitoxinas. Amenazada por el hongo quítrido que infecta su piel, así como su colecta para el comercio de mascotas exóticas y por la destrucción del hábitat, si desaparecieran las ranas doradas, se llevarían con ellas esta sustancia potencialmente valiosa».

Los bloques químicos que los anfibios utilizan para crear compuestos tóxicos provienen de fuentes incluyendo su dieta, las glándulas de la piel o microorganismos simbióticos. Los sapos del género Melanophryniscus secuestran los alcaloides lipófilos de su dieta compleja consistente en ácaros y hormigas. Los investigadores descubrieron que las toxinas encontradas en una especie de Atelopus silvestres no podían aislarse de las ranas criadas en cautiverio: otra razón para conservar el hábitat de las ranas y comenzar a explorar la posibilidad de liberar a las ranas criadas en cautiverio en la naturaleza.

Más del 30 por ciento de los anfibios en el mundo están en declive. Compitiendo por mantenerse a la vanguardia de la ola de enfermedades que se extiende por toda América Central, Panamá está liderando el camino en los esfuerzos de conservación. El proyecto PARC del Smithsonian identificó varias especies de Atelopus en peligro de extinción. Los investigadores están aprendiendo a crear las condiciones necesarias para criar ranas en cautiverio. No sólo los cuidadores de animales en sus instalaciones de Gamboa y El Valle, Panamá, experimentan para descubrir qué comen las ranas, sino que además recrean el ambiente adecuado para todo el ciclo de vida de la rana: desde la puesta de huevos, la incubación de estos y la supervivencia del renacuajo. Cada especie tiene requisitos únicos que lo convierten en un caro desafío para crear esta arca de Noé para anfibios.

Conozca más sobre los anfibios visitando el blog del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) y la exhibición Las Fabulosas Ranas De Panamá en el Centro Natural Punta Culebra, Calzada de Amador, Panamá.

Rodriguez, Candelario, Rollins-Smith, Louise, Ibanez, Roberto, Durant-Archibold, Armando, Gutiérrez, Marcelino. 2016. Toxins and pharmacologically active compounds from species of the family Bufonidae (Amphibia, Anura). Journal of Ethnopharmacology, doi:10.1016/j.jep.2016.12.021

Conozca a 9 de las “Ranas Perdidas” de Panamá

El hongo quítrido mortal ha causado mucha devastación de ranas nativas, salamandras y cecilias de Panamá. Hemos aprendido mucho acerca de esta enfermedad en los últimos 10 años y hemos sido capaces de tomar conciencia de sus efectos. Una encuesta reciente de expertos de ranas panameñas reveló que de 214 especies de anfibios atribuídos a Panamá, cerca de 100 especies todavía se pueden encontrar de forma fiable incluso en los lugares donde se encuentra el hongo quítrido, y los expertos consideran estas especies menos susceptibles al hongo. Aproximadamente 80 especies son muy raras, y simplemente no tenemos ninguna idea acerca de su susceptibilidad a la quitridiomicosis, o los números actuales de su población. 36 especies son consideradas altamente susceptibles al hongo quítrido y se encontraron vivas una vez, pero han experimentado, o se preve que experimentarán graves disminuciones relacionadas a la quitridiomicosis. Por desgracia, algunas de estas especies ya han desaparecido por completo en la naturaleza y no se han visto en muchos años. A éstas las llamamos las “ranas perdidas” de Panamá.

1) Atelopus chiriquiensis – Rana arlequín de Chiriquí
Estas atractivas ranas diurnas eran sujetos interesantes de investigación y existían en gran número en las tierras altas en la frontera de Costa Rica con Panamá. Hay muchos artículos científicos sobre esta especie, y fué estudiada principalmente por las tetrodotoxinas altamente tóxicas en su piel, así como su señalización única y su comportamiento agresivo de apareamiento. Un estudio realizado por la Dra. Karen Lips en la reserva de las Tablas de Costa Rica informó que se encontraban en grandes cantidades – hasta 20 individuos vistos a lo largo de 100 metros de una corriente en una sola visita. Pero las ranas experimentaron una disminución severa relacionada con la quitridiomicosis en un período de cinco (5) años y se vieron por última vez en 1996.

-(ilustración) Una pareja de Atelopus chiriquiensis en amplexus. Foto © Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Una pareja de Atelopus chiriquiensis en amplexus. Foto © Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

2) Atelopus zeteki – Rana dorada de Panamá
Este es el anfibio nacional de Panamá, un emblema carismático del medio ambiente y la conservación. El 14 de agosto es día nacional dedicado en honor a la rana dorada como símbolo de la herencia increíble de la biodiversidad de Panamá. Reconociendo la amenaza de la quitridiomicosis, un proyecto llamado Proyecto de conservación de la rana de oro estableció una colonia de cría saludable de ranas doradas en el Zoológico de Maryland en Baltimore, y otra colonia se mantiene en Panamá, en el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle. Como se predijo, las ranas doradas de Panamá experimentaron severas disminuciones relacionadas con la quitridiomicosis a partir del 2006, y la última observación confirmada de la rana dorada de Panamá en la naturaleza fue en 2009. El Proyecto Atelopus sigue inspeccionando los sitios conocidos de la rana dorada para encontrar sobrevivientes, y un plan de conservación ha sido detallado, desarrollado por los interesados y facilitado por la Comisión de Supervivencia de Especies para las ranas doradas en Panamá. El plan tiene como fin su reintroducción al medio ambiente natural.

One of 2,000 captive Panamanian Golden Frogs managed in captivity by the Golden Frog Species Survival Plan and the Maryland Zoo in Baltimore Photo: Brian Gratwicke Smithsonian Conservation Biology Institute

One of 2,000 captive Panamanian Golden Frogs managed in captivity by the Golden Frog Species Survival Plan and the Maryland Zoo in Baltimore Photo: Brian Gratwicke Smithsonian Conservation Biology Institute

-(ilustración) Una de las 2,000 ranas doradas de Panamá mantenidas en cautiverio gracias al Plan de Supervivencia de Especies de la Rana de Oro y al Zoológico de Maryland en Baltimore Foto: ©Brian Gratwicke, Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación.

3) Craugastor obesus
Esta especie se encuentra en la zona de pulverización en las rocas, y cantos rodados en las laderas del oeste frente al Atlántico en Panamá y Costa Rica. La especie se registró en la selva de Costa Rica en 1984 por última vez. Esta especie pertenece al grupo Craugastor rugulosus y todas estas especies de anfibios estrechamente relacionadas han sido diezmadas por el hongo quítrido.

4) Craugastor punctariolus
Esta especie semiacuática fue encontrada en corrientes montañosas del centro de Panamá. Se observaron descensos rápidos y desapariciones en el campo relacionadas con la quitridiomicosis en el período 2004-2008. Esta especie pertenece al grupo Craugastor rugulosus y todas estas especies estrechamente relacionadas de anfibios han sido diezmadas por el hongo quítrido. El análisis genético reveló que es probable un complejo de especies. Esta especie se ha mantenido en cautiverio, pero los huevos que han sido ocasionalmente depositados han sido infértiles o no se han desarrollado plenamente y no se ha establecido una población cautiva viable.

-(ilustración)Craugastor punctariolus, rana de Bob Robber en el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle (EVACC) foto © Kevin Johnson Amphibian Ark.

Craugastor punctariolus, rana de Bob Robber en el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle (EVACC) foto © Kevin Johnson Amphibian Ark.

5) Craugastor rhyacobatrachus
Esta especie se encuentra en la premontaña y ladera inferior de las montañas sur de la Cordillera de Talamanca de Costa Rica y del oeste de Panamá. A pesar de extensas búsquedas de esta especie en Costa Rica y Panamá, no hay registros recientes de ella. Esta especie pertenece al grupo rugulosus Craugastor y todas estas especies de anfibios, estrechamente relacionadas, han sido diezmadas por el hongo quítrido.

6) Incilius majordomus
Los machos de esta especie eran amarillo limón, y las hembras eran marrón. El único otro sapo conocido de este género que exhibía dimorfismo sexual similar era Incilius peringelis-el famoso Sapo Dorado Monte Verde de Costa Rica que se ha extinguido. Incilius Majordomus se conoce sólo en la ladera del Cerro Bollo que da al Pacífico, en la frontera entre las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí. Esta especie fué descrita en 2013 mediante una serie de muestras recogidas en 1980. No se ha visto en la naturaleza desde 1980 a pesar de extensos estudios herpetológicos en esa zona.

-(ilustración) Espécimen de tipo Incilius Majordomus © Smithsonian Institution, Museo Nacional de Historia Natural, del Departamento de Zoología de Vertebrados, División de anfibios y reptiles

Espécimen de tipo Incilius majordomus © Smithsonian Institution, Museo Nacional de Historia Natural, del Departamento de Zoología de Vertebrados, División de anfibios y reptiles

7) Isthmohyla calypsa
Una rana rana arborícola cubierta de tubérculos espinosos que se ha encontrado en una pequeña zona montañosa en la frontera de Costa Rica y Panamá, donde solía ser común a escala local. En Las Tablas, en Costa Rica, la especie experimentó severas disminuciones relacionadas con la quitridiomicosis-entre 1993 y 1998. A pesar de los esfuerzos recientes de una encuesta extensa en Costa Rica y Panamá, la especie no ha sido vista recientemente y es posiblemente extinta. Muchas otras especies de este género que se crían en las corrientes también han experimentado una disminución dramática y ahora son ranas extremadamente raras.

-(ilustración) Isthmohyla calypsa en la naturaleza, Foto Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Isthmohyla calypsa en la naturaleza, Foto Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

8) Ecnomiohyla rabborum – Rana de árbol de extremidades de flecos Rabb
La rana de árbol Rabb se piensa que es endémica de la zona de El Valle de Antón, donde siempre era una rana rara difícil de encontrar, ya que viven en lo alto de los árboles y se reproducen en agujeros de los árboles. Herpetólogos experimentados podían escuchar sus llamadas de forma fiable en algunos lugares, pero el último individuo fue oído en El Valle de Antón en 2008. Se recogieron unos pocos individuos de esta especie para la cría en cautividad, en el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle y en el Jardín Botánico de Atlanta , pero los esfuerzos de cría en cautividad no tuvieron éxito. A partir de 2015 sólo un individuo único persiste en cautiverio en el Jardín Botánico de Atlanta.

-Ecnomiohyla rabborum, rana de árbol de extremidades de flecos Rabb en el Jardín Botánico de Atlanta. Foto ©Brad Wilson

Ecnomiohyla rabborum, rana de árbol de extremidades de flecos Rabb en el Jardín Botánico de Atlanta. Foto ©Brad Wilson

9) Oophaga speciosa – Rana venenosa Espléndida
Esta rana grande, y de un inconfundible y brillante color dardo rojo sólo vive en las montañas occidentales de Panamá. Anteriormente se atrapaba para el comercio de mascotas, y se exportaba aún en 1992. Esta especie no se ha visto en la naturaleza en muchos años, a pesar de intensas búsquedas. No se sabe si aún vive en cautiverio, pero probablemente ha desaparecido de la naturaleza.

Oophaga speciosa, la rana venenosa Espléndida. Foto ©) Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Oophaga speciosa, la rana venenosa Espléndida. Foto ©) Marcos Guerra, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

 

Si Usted tiene algún registro reciente de estas especies que faltan por favor déjenoslo saber, y considere la posibilidad de anotar su registro en la bioblitz global de los anfibios en inaturalist.

por Brian Gratwicke, traducio por Ivonne LaLyre,

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) fue galardonado con el IX Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad

25 Noviembre, 2014, Madrid. El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) fue galardonado con el IX Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, anunciado el 12 de septiembre.

Roberto Ibanez BBVA Award

El premio reconoce la ejecución de proyectos, políticas y/o actuaciones particularmente significativas de conservación y protección de hábitats, especies o ecosistemas en Latinoamérica. PARC recibió el galardón y fue elegido entre 30 nominaciones en la categoría de Actuaciones en Conservación de Biodiversidad en Latinoamérica, dotado con 250.000 euros (unos 323.000 dólares), que será presentado en una ceremonia en Madrid en noviembre. La propuesta para la nominación del proyecto fue elaborada por Sharon Ryan, directora de programas públicos de STRI, Brian Gratwicke (NZP), Heidi Ross (EVACC) y Roberto Ibáñez (STRI).

Panama Amphibian Rescue and Conservation Project LogoEl PARC nació en 2009, como una asociación de ocho instituciones, incluyendo al Africam Safari, el zoológico de Houston, el zoológico de Cheyenne Mountain, el zoológico de New England, el Instituto Smithsonian de Conservación Biológica, Defenderores de la Vida Silvestre y el STRI.

Hasta la fecha, PARC ha invertido $1,5 millones, construyó y mantiene dos instalaciones ex-situ en Panamá y ha criado más de 10 especies de anfibios en peligro de extinción, entre ellos la Rana Dorada panameña, una especie emblemática que se encuentra ahora extinta en el medio silvestre. Los científicos de PARC monitorean activamente las poblaciones, utilizan las últimas herramientas moleculares para encontrar bacterias de la piel que sean beneficiosas para ayudar a las ranas a combatir la quitridiomicosis. Además, investigan mecanismos genéticos de resistencia al hongo quitridio en Ranas Doradas panameñas, desarrollan tecnologías de reproducción asistida para criar ranas en cautiverio y crio-preservar sus gametos para el futuro.

Kids on a float in the Golden Frog Day Parade

Su campaña de educación genera una amplia cobertura en la prensa local e internacional, creando conciencia y apoyo para esta crisis, incluyendo a su campaña de educación, un documental premiado del Smithsonian Channel, la amplia cobertura en la prensa y el Festival de la Rana Dorada, que atrajo a 6.280 personas en el año 2013, 25.000 clics en Facebook y alcanzó a unas 500.000 personas en los medios. Además de dos exhibiciones, una “ Las Fabulosas Ranas de Panama” del Centro Natural de Punta Culebra en Panamá y, la otra, en el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle, las cuales son visitadas por 200.000 panameños anualmente. Desde 2009, el proyecto cuenta con el apoyo de más de 300 voluntarios.