Siguiendo ranas reintroducidas

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá completó la primera prueba de reintroducción de la rana Limosa Harlequin (Atelopus limosus) en 2017, y hoy nuestros hallazgos han sido publicados. Reintroducir una especie conlleva muchas incógnitas y preguntas, algunas de las cuales son: ¿Hacia dónde irán las ranas? ¿Cómo es su vida fuera de un terrario? ¿Se infectarán con el hongo quitrídio de anfibios? El propósito de esta primera prueba de reintroducción era comenzar a desentrañar algunas de estas preguntas para que los investigadores puedan adaptar sus estrategias y mejorar las posibilidades de supervivencia de las ranas en su hábitat natural.

Pudimos obtener una vida detallada de las ranas después de la reintroducción al rastrearlas por radio y verificar su estado diariamente. Descubrimos que cuando se les proporcionaba un período de aclimatación de 30 días en un mesocosmo de selva lluviosa libre de depredadores, su probabilidad de supervivencia aumentaba significativamente y no se dispersaban tan lejos como los animales liberados directamente. Sabemos, por otros estudios, que un mayor desplazamiento puede aumentar la probabilidad de que los depredadores encuentren a los animales, y eso probablemente sucedió también en este estudio. Las ranas que fueron liberadas sin transmisores de radio tenían 44 veces menos probabilidades de ser encontradas nuevamente durante los sondeos de arroyos (¡encontrar una rana en la selva no es fácil!). Pudimos seguir la vida de estas ranas en su hábitat natural durante hasta 56 días después de su liberación y desarrollamos un método que puede utilizar tanto animales rastreados por radio como encuentros de animales no rastreados para estimar la supervivencia asignando diferentes probabilidades de detección en el modelo.

Observamos un par de eventos de depredación de ranas reintroducidas y algunas se infectaron con el hongo quitrídio de anfibios. Sin embargo, aprendimos mucho y no nos faltan preguntas para seguir investigando y lograr que esta especie (y otras en Panamá) regresen a su hábitat natural.

Una traducción al español del resumen se encuentra aquí.

La rana arlequín limosa, Atelopus limosus, en peligro de extinción, ha experimentado disminuciones significativas relacionadas con la quitridiomicosis, pero ha sido criada con éxito en cautiverio como parte del Proyecto de Conservación y Rescate de Anfibios de Panamá. Realizamos el primer ensayo de liberación de una Atelopus utilizando 83 A. limosus criados en cautiverio y monitoreamos a los individuos a medida que pasaron del cautiverio a la naturaleza en un sitio dentro de su distribución histórica donde no existe una población. Aclimatamos a 23 animales al ambiente antes de la liberación manteniéndolos en mesocosmos durante 30 días (liberación suave) y liberamos otros 60 animales sin aclimatación previa (liberación dura). Hicimos un seguimiento por radio de una submuestra de animales en cada grupo de tratamiento. Utilizamos un análisis de marcaje-recaptura bayesiano para integrar datos de la suerte conocida de los individuos rastreados por radio con datos de los individuos revistos que tuvieron suertes desconocidas. Permitimos que la supervivencia difiriera entre los tratamientos de liberación (dura vs suave) y asumimos que la probabilidad de detección diferiría entre los métodos de seguimiento. La probabilidad de detección por búsqueda fue de aproximadamente 0.02 para individuos sin radiotransmisores vs 0.88 para ranas rastreadas por radio. Observamos que los animales de la liberación dura inicialmente se dispersaron más que los animales con liberación suave y, a pesar de que el 25 % de los animales de la liberación suave dieron positivos para el Bd en el día de la liberación, su probabilidad estimada de supervivencia a los 30 días fue de 0.46 vs 0.31 para los animales de la liberación dura. Los conocimientos de este ensayo de liberación se pueden utilizar dentro un marco de manejo adaptativo para mejorar y refinar los métodos de liberación que informarán al campo naciente de la ecología de reintroducción de los anfibios.

Lee el artículo completo aquí.

Klocke, B., Estrada, A., Mataya, M., Medina, D., Baitchman, E., Belden, L., Guerrel, J., Evans, M., Baughman, J. and Connette, G., Illueca, E., Ibáñez, R., Gratwicke, B. (2023) Movement and survival of captive-bred Limosa Harlequin frog (Atelopus limosus) released into the wild. Frontiers in Amphibian and Reptile Science, 1, p.1205938. https://doi.org/10.3389/famrs.2023.1205938 

Blake Klocke

El primer ensayo de liberación de Atelopus limosus muestra que las ranas recuperan rápidamente su microbioma de la piel natural.

En 2017, los estudiantes de doctorado de Virginia Tech, Angie Estrada y Daniel Medina, realizaron el primer ensayo de liberación de ranas arlequín limosa criadas en cautiverio en la Reserva Valle del Mamoní. Su estudio tuvo como objetivo determinar cómo los animales criados en cautiverio, de 1 año de edad, hacen la transición de condiciones de cautividad a condiciones naturales. Para amortiguar un cambio brusco en las condiciones ambientales y permitir que los investigadores capturaran las ranas nuevamente, diseñaron 30 mesocosmos cuadrados hechos con malla plástica. En reintroducciones biológicas, el colocar animales en un recinto temporal antes de liberarlos se conoce como “liberación suave”. Ellos rellenaron la capa inferior del mesocosmos con hojarasca recolectada del suelo del bosque, rica en invertebrados, una dieta muy diferente a la de los grillos y moscas de la fruta con el que el personal del Centro de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá suele alimentar a las ranas. Cada mesocosmos albergaba un solo animal que fue monitoreado diariamente durante un mes.

Se sabe que el cautiverio puede alterar los microbiomas de la piel de los anfibios y otros animales cautivos, y que el microbioma es un componente importante de la defensa inmune de los anfibios. Este estudio encontró que individuos de Atelopus limosus silvestres y cautivos tenían microbiomas muy diferentes, pero que después de un mes viviendo en los mesocosmos, el microbioma de la piel de las ranas nacidas en cautiverio había cambiado rápidamente para parecerse al microbioma de los individuos silvestres. Una preocupación acerca de mantener ranas en cautiverio durante períodos prolongados de tiempo es que podrían perder microbios simbióticos que los ayudan a sobrevivir en la naturaleza, lo que podría reducir la sobrevivencia de los animales criados en cautiverio, pero este estudio encontró que el microbioma de la piel se reconstruye rápidamente.

Los mesocosmos funcionaron como herramientas útiles para proteger a las ranas de los depredadores más grandes, aunque las hormigas guerreras depredaron a una de ellas. Las hembras perdieron peso y bajaron de condición corporal más rápidamente que los machos, pero al final de la prueba su condición se parecía a la de los animales encontrados en la naturaleza. Alrededor del 15 % de las ranas se infectaron con el hongo quitridio durante el primer mes, en comparación con el 13-27 % de prevalencia de este hongo patógeno en la comunidad de especies de anfibios silvestres existente en el sitio.

Estrada, A., Medina, D; Gratwicke, B, Ibáñez, R, Belden, L (2022) Condición corporal, comunidades bacterianas de la piel y estado de la enfermedad: Perspectivas del primer ensayo de liberación de la rana arlequín limosa, Atelopus limosus. Actas de la Royal Society B. https://doi.org/10.1098/rspb.2022.0586

El Smithsonian libera ranas en peligro de extinción en Panamá

Los ensayos de liberación preparan el camino para la reintroducción de ranas arlequín variable

Hace algún tiempo era común encontrar la rana arlequin (Atelopus varius) a lo largo de las corrientes de montaña, desde el oeste de Costa Rica hasta el oeste de Panamá.Ahora esta especie se encuentra en peligro en toda su área de distribución, diezmada por una enfermedad causada por el hongo quítrido. La rana arlequín es altamente sensible a este hongo, el cual ha llevado a esta y otras muchas especies de ranas en Centro America al borde de extinción. El 17 de enero, investigadores del Smithsonian liberaron aproximadamente 500 ranas en un sitio de concesión a Cobre Panamá en la provincia de Colón, Panamá, como un primer paso hacia una posible reintroducción a gran escala de esta especie. Esta liberación de prueba está incluida en el plan de conservación de biodiversidad de Cobre Panamá como una parte importante de sus compromisos ambientales.


La rana arlequín, Atelopus varius toma su nombre por la variedad de colores en neón (verde, amarillo, naranja o rosa) yuxtapuestos con el negro en su piel. Con el fin de monitorear las ranas liberadas a lo largo del tiempo, 30 de ellas llevan transmisores miniatura. El equipo científico también le colocó a cada rana un marcador de dedo de elastómero que brilla bajo la luz ultravioleta, esto para marcar a los individuos como parte de un estudio de monitoreo de la población.

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) espera asegurar el futuro de este y otros anfibios en peligro mediante la reintroducción de animales criados en cautiverio de acuerdo con un plan de acción desarrollado con el Ministerio de Ambiente de Panamá.

«Antes de reintroducir ranas en áreas remotas, tenemos que aprender cómo les va en el hábitat y lo que tenemos que hacer para aumentar sus posibilidades de supervivencia en lugares donde podamos monitorearlas de cerca», comentó Brian Gratwicke, Coordinador Internacional del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) en el Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian. «Los ensayos de liberación pueden tener éxito o no, pero las lecciones que aprendemos nos ayudarán a entender los desafios que tienen estas ranas en su transición de vida en cautiverio a un hábitat natural”.

«La rana arlequín es uno de los parientes más cercanos de la Atelopus zeteki, la emblemática rana dorada de Panamá, otra especie objetivo en nuestro programa de cría en cautiverio», comentó Roberto Ibáñez, Director del proyecto PARC en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá. «Estaremos monitoreando la comunidad anfibia de los alrededores y el clima en este sitio, y comparando estos parametros con la comunidad de anfibios en otro sitio de control. Este tipo de monitoreo intensivo nos permitirá entender la dinámica de la enfermedad en relación a estos ensayos de liberación «.

«Nos tomó algunos años dominar cómo criar con éxito estas ranas en cautiverio», comentó Ibáñez. «A medida que la cantidad de individuos que tenemos continúa en aumento, tenemos nuevas oportunidades de investigación que nos permiten entender los factores que tienen influencia en su sobrevivencia, lo cual es información muy relevante para ir generando estrategias de largo plazo para su re-introducción”.
Esta prueba de liberación fue posible gracias al apoyo de Cobre Panama, National Geographic Society, el Fondo Mohammed bin Zayed y al WoodTiger Fund.
El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá es una asociación entre el Zoológico Cheyenne Mountain, el Zoológico de Houston, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el Instituto de Biología de Conservación Smithsonian y el Zoológico de Nueva Inglaterra. Tiene dos instalaciones en Panamá: una en el Centro de Rescate y Conservación de Anfibios de STRI en Gamboa y el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle, en El Níspero. Combinadas, estas instalaciones cuentan con personal de tiempo completo que se ocupa de cuidar una colección de 12 especies en peligro de extinción.

STRI y MiAmbiente participan en ensayos de liberación de ranas en el este de Panamá como parte de la implementación del Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios en Panamá

Científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y funcionarios del Ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente) visitaron la Reserva del Valle del Mamoní, donde se están realizando ensayos de liberación con ranas arlequín limosa (Atelopus limosus). Estas ranas fueron criadas en cautiverio y son los descendientes de ranas colectadas hace unos años en dicha zona. Por parte de MiAmbiente asistieron los biólogos Erick Núñez y Anthony Vega, técnicos del Departamento de Biodiversidad de la Dirección de Áreas Protegidas y Vida Silvestre. Les acompañaron el Dr. Roberto Ibáñez, investigador panameño y director del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC por sus siglas en inglés), y el Dr. Juan Maté, gerente para asuntos y operaciones científicas del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, enlace institucional con MiAmbiente, el estudiante de doctorado del Smithsonian-Mason School of Conservation de George Mason University, Blake Klocke, quien actualmente realiza esta investigación, fue el anfitrión y guía y de esta visita, conjuntamente con su asistente de campo Mirjana Mataya.

Algunas de las ranas utilizadas en la investigación provienen del ensayo de liberación inicial realizado en la Reserva de El Valle del Mamoní por los estudiantes panameños de doctorado de Virginia Tech, Daniel Medina y Angie Estrada. Ellos mantuvieron las ranas dentro de encierros en esta reserva, con el propósito de protegerlas de algunos depredadores y, así poder, obtener muestras y determinar si eran infectadas por el hongo quítrido (Batrachochytrium dendrobatidis). En un segundo ensayo de liberación, el estudiante Blake Klocke, liberó éstas y otras ranas adicionales. En esta fase de la investigación, uno de los objetivos es determinar si es relevante mantenerlas inicialmente en encierros antes de soltarlas. En adición, algunas de las ranas fueron equipadas con radio-transmisores que permiten seguir sus movimientos y estimar el tamaño de sus territorios.

La visita con los funcionarios de MiAmbiente tenía como objetivo dar seguimiento en campo a los ensayos de liberación y ver los avances de la investigación, incluyendo el seguimiento que se le está dando a las ranas liberadas. Blake Klocke les mostró el funcionamiento del sistema de rastreo por radio-telemetría utilizando mini-transistores. Se pudo constatar la efectividad de cómo esta herramienta tecnológica, aplicada a la investigación científica, nos permite seguir los movimientos de estas pequeñas ranas. Las ranas sin radio-transmisores eran sin duda más difíciles de observar. Igualmente, se mostró como se obtienen las mediciones del tamaño y peso de las ranas y se colectan muestras de su piel con hisopos para la detección del hongo quítrido. Hasta el momento de la visita las ranas a las que se les está dando seguimiento se han mantenido cerca del punto de liberación. Sin embargo, con los datos que se están recabando, se espera estimar la futura dispersión y supervivencia de las mismas.

La iniciativa de adelantar los ensayos de liberación forma parte del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, conocido coloquialmente como PARC y que administra el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y bajo la supervisión de MiAmbiente. Este proyecto está conformado por varias organizaciones, que incluyen a Cheyenne Mountain Zoo, Houston Zoo, Smithsonian’s National Zoological Park y Zoo New England; además, es y ha sido apoyado por una larga lista de patrocinadores, entre ellos Minera Panamá SA. PARC cuenta con dos instalaciones, una en el Zoológico El Níspero en El Valle de Antón, Coclé, actualmente conocidas como PARC El Valle y la otra en el poblado de Gamboa, en la Cuenca del Canal de Panamá, conocida como PARC Gamboa. La instalación PARC El Valle recibió las primeras ranas rescatadas, que temporalmente se habían mantenido en el Hotel Campestre, en el 2007 por iniciativa del Zoológico El Níspero y Houston Zoo, con financiamiento de este último, como una respuesta de emergencia a la reducción en el número de anfibios por la mortalidad causada cuando el hongo quítrido llegó a El Valle de Antón en el 2006. En 2009, esta instalación en El Valle se incorpora al proyecto marco del PARC, donde ha continuado su operación dentro del Zoológico El Níspero.

Además, en el 2009, PARC Gamboa surge inicialmente con instalaciones en el Parque Municipal Summit, antes de reubicarse a su ubicación actual en Gamboa en el 2012, con la finalidad de mejorar y expandir la capacidad existente para la conservación ex-situ de anfibios y crear una salvaguarda adicional en un segundo sitio. El proyecto PARC se caracteriza por ser el resultado del esfuerzo mancomunado de múltiples organizaciones y gran número de personas que, a través de los años, han contribuido a la conservación de los anfibios de Panamá.

El Ministerio de Ambiente y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) mantienen un acuerdo de colaboración interinstitucional con el cual trabajan estrechamente en la implementación del Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios en Panamá aprobado en el 2011. El Plan tiene como objetivo el asegurar la conservación de las poblaciones de anfibios, a través de la implementación de acciones que promuevan la investigación y el manejo, tanto in-situ (en su hábitat) como ex-situ (fuera de su hábitat); además de, fomentar la educación de la sociedad en general. Este plan integra actividades específicas de investigación, conservación y educación, a corto y mediano plazo, con la determinación de salvaguardar nuestro patrimonio natural.

Esta visita ha permitido realizar una verificación conjunta entre STRI y MiAmbiente sobre los avances del proyecto. Se ha alcanzado un hito importante en la implementación de este Plan de Acción, ya que ésta es la primera vez en Panamá, que un proyecto de conservación de anfibios está ejecutando la fase donde se está investigando el comportamiento y la supervivencia de ranas criadas en cautiverio al exponerlas a su ambiente natural. Los resultados de estos ensayos de liberación serán de gran utilidad para guiar los esfuerzos futuros tendientes a reestablecer las poblaciones de ciertas especies de ranas en sitios donde éstas han disminuido en abundancia o desaparecido.

El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en ciudad de Panamá, Panamá, es una unidad de la Institución Smithsonian. El Instituto promueve la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para el bienestar de la humanidad; capacita estudiantes para llevar a cabo investigaciones en los trópicos; y fomenta la conservación mediante la concienciación pública sobre la belleza e importancia de los ecosistemas tropicales. Sitio web: www.stri.si.edu. Video Promocional:

Científicos del Smithsonian liberan ranas que portan mini transmisores de radio en Panamá

Este primer ensayo de liberación ayudará a trazar el camino para programas de reintroducción de ranas en peligro crítico

Noventa ranas arlequín Limosa (Atelopus limosus) criadas bajo el cuidado humano están enfrentándose a los elementos de la naturaleza luego que científicos del Smithsonian las enviaran a la selva panameña como parte del primer ensayo de liberación. El estudio, liderado por el Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, tiene como objetivo determinar los factores que influyen no sólo en si las ranas sobreviven a la transición del cuidado humano al entorno salvaje, sino, si persisten y continúan reproduciéndose.

«Sólo al comprender las pruebas y tribulaciones de la transición de una rana, de la atención humana al entorno salvaje, tendremos la información que necesitamos para desarrollar e implementar programas de reintroducción exitosos», comentó Brian Gratwicke, coordinador internacional del programa de rescate y biólogo de conservación de anfibios en el Smithsonian Conservation Biology Institute (SCBI). «Aunque no estamos seguros si algunas de estas ranas sobrevivirán, este ensayo de liberación nos dará el conocimiento que necesitamos para inclinar la balanza a su favor».

Las ranas arlequín Limosa liberadas en la Reserva Valle del Mamoní, tienen pequeñas etiquetas numeradas insertadas bajo su piel para que los investigadores las puedan distinguir. El equipo científico también dio a cada rana una marca de punta de elastómero que brilla bajo luz UV para fácilmente separar a este grupo de ranas de cualquier futura liberación. El estudiante de doctorado del Smithsonian-Mason School of Conservation, Blake Klocke, diariamente monitorea las ranas en el sitio colectando información sobre supervivencia, dispersión, comportamiento. También evalúa si el cálido microclima del área provee algún tipo de protección contra la enfermedad.

El estudio también busca averiguar si un «ensayo de liberación» aumenta la capacidad de sobrevivencia las ranas. Treinta de las ranas recién liberadas pasaron un mes en el sitio en jaulas, aclimatándose a su entorno y alimentándose de invertebrados de la hojarasca. Ocho de estas ranas, además de ocho que fueron liberadas sin pasar por el ensayo de liberación, están usando transmisores de radio en miniatura que le darán a Klocke y el equipo una oportunidad de observar las diferencias en la supervivencia y la persistencia entre los dos grupos. Los investigadores también colectaron muestras de bacterias de la piel de las ranas liberadas para medir los cambios durante su transición de cautiverio a la naturaleza.

«El estudio de ensayo de liberación nos permitió exponer de manera segura a las ranas criadas en cautiverio a una dieta más equilibrada y variada, cambiando las condiciones ambientales y diversas bacterias cutáneas que potencialmente pueden aumentar su supervivencia en la naturaleza», comentó Angie Estrada, estudiante de doctorado en Virginia Tech y miembro del equipo que dirigió este ensayo de liberación, que fue financiado a través de una subvención del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y el apoyo de los Amigos del Zoológico Nacional de los EE.UU. «Nos permitió monitorear la salud y la condición corporal general de los animales sin el riesgo de perder inmediatamente alguna rana debido a una serpiente hambrienta».

Las ranas arlequín Limosa son especialmente sensibles al hongo quítrido que afecta los anfibios, el cual ha llevado las especies de ranas al borde de la extinción, principalmente en América Central, Australia y el oeste de los Estados Unidos. El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá llevó a un número de individuos al centro de cría entre el 2008 y el 2010 mientras que el hongo quítrido arrasaba con su hábitat. Las ranas arlequín de Limosa en este ensayo de liberación son la primera generación de la especie criadas en cautiverio y son sólo una parte de la población de aseguranza total del proyecto de rescate para la especie.

«Después de todo el trabajo de colecta de individuos fundadores, aprendiendo a criarlos, criando sus renacuajos, produciendo toda su alimentación y manteniendo sanas a estas ranas, el ensayo de liberación marca una nueva y emocionante etapa en este proyecto», comentó Roberto Ibáñez, Director del proyecto de rescate y científico de STRI. «Estas ranas criadas en cautiverio ahora estarán expuestas a su mundo, donde los depredadores y los patógenos están siempre presentes en el ambiente. Su viaje ayudará a proporcionar la llave para salvar no sólo a su propia especie, sino también a otras especies de anfibios de Panamá en peligro crítico».

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá es una asociación de proyectos entre el Zoológico de Cheyenne Mountain, el Zoológico de Houston, el New England Zoo, el SCBI y STRI.

El Smithsonian Conservation Biology Institute (SCBI) juega un papel de liderazgo en los esfuerzos globales del Smithsonian para salvar especies de extinción y entrenar futuras generaciones de conservacionistas. SCBI encabeza los programas de investigación en su sede en Front Royal, Virginia, el zoológico nacional del Smithsonian en Washington, D.C., y en las estaciones de investigación de campo y sitios de entrenamiento en todo el mundo. Los científicos del SCBI abordan algunos de los desafíos de conservación más complejos del presente al aplicar y compartir lo que aprenden sobre el comportamiento y la reproducción de los animales, la ecología, la genética, la migración y la sostenibilidad de la conservación.

El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en ciudad de Panamá, Panamá, es una unidad de la Institución Smithsonian. El Instituto promueve la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para el bienestar de la humanidad; capacita estudiantes para llevar a cabo investigaciones en los trópicos; y fomenta la conservación mediante la concienciación pública sobre la belleza e importancia de los ecosistemas tropicales.