Los anfibios están disminuyendo en todo el mundo: debemos redoblar nuestros esfuerzos para salir de la emergencia

Nuestro planeta alberga casi 9.000 especies de anfibios. Durante más de 100 años, estos animales han sufrido dramáticamente las consecuencias de la deforestación, la agricultura, el drenaje de humedales, los productos agroquímicos y otros contaminantes. En los últimos tiempos han surgido nuevas amenazas que hacen que el 40% de todas las especies de anfibios estén en riesgo de extinción según la “Lista Roja” de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), recientemente actualizada. Entre las nuevas amenazas figuran el cambio climático y las enfermedades infecciosas emergentes. Entre ellas, los hongos quitridios de los anfibios que desempeñan un papel fundamental. Estos hongos han sido diseminados por todo el mundo por los seres humanos y producen la enfermedad quitridiomicosis cutánea en los anfibios, que ocasiona descensos de poblaciones e incluso extinciones.

Atelopus certus

Hace ya 30 años que investigadores, conservacionistas y otras partes interesadas se dieron cuenta de la crisis que atraviesan los anfibios. Se han puesto en marcha varias iniciativas a escala mundial, regional y local para salvaguardar la diversidad de los anfibios, incluidos numerosos planes de gestión y acción. Gracias a estas actividades, hemos aumentado enormemente nuestros conocimientos sobre dónde se produce el declive, así como los mecanismos que lo explican y cómo interactúan las amenazas. Esto va de la mano de un enorme compromiso con la protección de los hábitats naturales sumado a la cría en cautividad en instalaciones para la conservación. También se conocen mucho mejor las enfermedades y sus agentes. Ha habido muchas historias de éxito y sin toda la inversión, el trabajo y la pasión de actores involucrados muchas especies de anfibios ya se habrían extinguido.

Sin embargo, es difícil apreciar en qué punto nos encontramos para superar la crisis de los anfibios. Las amenazas y la vulnerabilidad hacia ellas no es igual para todas las especies. Algunos anfibios son más susceptibles y sufren más las consecuencias de las amenazas. Representan los «peores escenarios» de la crisis de los anfibios. De muchos de ellos carecemos de información suficiente para conocer su estado actual. No es el caso de los sapos arlequín, género Atelopus, de América Central y del Sur, que aun con la información que tenemos continúan en alto riesgo. Se trata de animales pequeños, a menudo coloridos y de actividad diurna, que habitan desde selvas tropicales de tierras bajas hasta los páramos andinos por encima del límite arbóreo.

Se conocen más de 130 especies de Atelopus y, al ser muy sensibles a las amenazas, muchas de esas especies han disminuido e incluso se teme que se hayan extinguido. Los sapos arlequín son el ejemplo más representativo de la crisis de los anfibios y, los científicos han estudiado los datos sobre el estado de sus poblaciones desde principios de los años noventa, debido a su aspecto icónico. En un estudio reciente publicado en Communications Earth and Environment, Lötters y 99 colegas, en su mayoría conservacionistas e investigadores de países donde los sapos arlequín se dan de forma natural, compararon los datos sobre el estado de las poblaciones en 2004 y 2022 para examinar las tendencias específicas de las especies en las dos últimas décadas.

Los datos de los autores confirman que los enormes esfuerzos de conservación de muchos científicos, conservacionistas y comunidades locales han revelado que más de 30 especies de Atelopus que en parte se temía que hubieran desaparecido, ¡todavía están ahí! Sin embargo, las pruebas sugieren que, al mismo tiempo, todas las especies siguen amenazadas y su estado de conservación no ha mejorado. Los factores que amenazan a los sapos arlequines que aún sobreviven siguen siendo los mismos e incluyen el cambio de hábitat y la propagación del hongo quitridio. Además, los autores demostraron que en el futuro los sapos arlequines sufrirán las consecuencias del cambio climático.

Los autores concluyen que otros anfibios que se encuentran en la peor situación siguen en peligro, lo que demuestra que la crisis de los anfibios sigue siendo una emergencia. Gracias al enorme esfuerzo puesto en la conservación, por redes de colaboración como la recientemente lanzada Atelopus Survival Initiative bajo el paraguas del Atelopus Task Force del Amphibian Specialist Group de la UICN, estos anfibios aún no han desaparecido. Ahora más que nunca es fundamental continuar e incrementar los esfuerzos para salir de la emergencia que sigue siendo la crisis de los anfibios.

Lötters, S., A. Plewnia, A. Catenazzi, K. Neam, A.R. Acosta-Galvis, Y. Alarcon Vela, J.P. Allen, J.O. Alfaro Segundo, A. de Lourdes Almendáriz Cabezas, G. Alvarado Barboza, K.R. Alves-Silva, M. Anganoy-Criollo, E. Arbeláez Ortiz, J.D. Arpi L., A. Arteaga, O. Ballestas, D. Barrera Moscoso, J.D. Barros-Castañeda, A. Batista, M.H. Bernal, E. Betancourt, Y.O. da Cunha Bitar, P. Böning, L. Bravo-Valencia, J.F. Cáceres Andrade, D. Cadenas, J.C. Chaparro Auza, G.A. Chaves-Portilla, G. Chávez, L.A. Coloma, C.F. Cortez-Fernandez, E.A. Courtois, J. Culebras, I. De la Riva, V. Diaz, L.C. Elizondo Lara, R. Ernst, S.V. Flechas, T. Foch, A. Fouquet, C.Z. García Méndez, J. E. García-Pérez, D.A. Gómez-Hoyos, S.C. Gomides, J. Guerrel, B. Gratwicke, J.M. Guayasamin, E. Griffith, V. Herrera-Alva, R. Ibáñez, C.I. Idrovo, A. Jiménez Monge, R.F. Jorge, A. Jung, B. Klocke, M. Lampo, E. Lehr, C.H.R. Lewis, E.D. Lindquist, Y.R. López-Perilla, G. Mazepa, G.F. Medina-Rangel, A. Merino Viteri, K. Mulder, M. Pacheco-Suarez, A. Pereira-Muñoz, J.L. Pérez-González, M.A. Pinto Erazo, A.G. Pisso Florez, M. Ponce, V. Poole, A.B. Quezada Riera, A.J. Quiroz, M. Quiroz-Espinoza, A. Ramírez Guerra, J.P. Ramírez, S. Reichle, H. Reizine, M. Rivera-Correa, B. Roca-Rey Ross, A. Rocha-Usuga, M.T. Rodrigues, S. Rojas Montaño, D.C. Rößler, L.A. Rueda Solano, C. Señaris, A. Shepack, F.R. Siavichay Pesántez, A. Sorokin, A. Terán-Valdez, G. Torres-Ccasani, P.C. Tovar-Siso, L.M. Valencia, D.A. Velásquez-Trujillo, M. Veith, P.J. Venegas, J. Villalba-Fuentes, R. von May, J.F. Webster Bernal & E. La Marca (2023): Ongoing harlequin toad declines suggest the amphibian extinction crisis is still an emergency. — Communications Earth and Environment, 4, 412. https://www.nature.com/articles/s43247-023-01069-w

En un esfuerzo sin precedentes, más de 40 organizaciones de 13 países se unen para proteger y recuperar las ranas arlequín, joyas de Centro y Sur América, gravemente afectadas por una enfermedad anfibia mortal

Con la creación de la Iniciativa de Supervivencia Atelopus (ASI), una nueva alianza de más de 40 organizaciones de 13 países, llega un nuevo día para las ranas arlequín, joyas de los bosques y arroyos del Centro y Sur América, y uno de los grupos de anfibios más afectado por el hongo quítrido mortal Batrachochytrium dendrobatidis (Bd).

Si bien los investigadores y conservacionistas de anfibios han trabajado durante muchos años para salvar a las ranas arlequín (que componen el género Atelopus) y grupos de especies en países individuales, la ASI los reunirá por primera vez para combinar los recursos, décadas de experiencia y conocimiento necesarios para prevenir la extinción de todo el género de ranas arlequín en toda la región donde estas especies aún sobreviven.

“Como un grupo increíblemente diverso de anfibios que enfrentan una serie de amenazas, las ranas arlequín requieren soluciones innovadoras provenientes de un grupo diverso de individuos y organizaciones con diferentes experiencias, conocimientos y capacidades”, dijo Lina Valencia, fundadora de ASI, co-coordinadora del Grupo de Trabajo Atelopus del Grupo Especialista en Anfibios de la UICN y coordinadora de los países andinos para Re: wild, uno de los principales convocantes de la ASI. “Más que nunca antes, necesitamos una constelación de campeones que trabajen juntos para traer de regreso a las ranas arlequín del borde de la extinción. La ASI resalta la necesidad crítica de implementar acciones de conservación en campo que mitiguen las principales amenazas a este hermoso grupo de anfibios.”

Durante las últimas décadas, muchas especies de rana arlequín han sufrido graves declives poblacionales y extinciones en toda su área de distribución. Hoy en día, de las 94 especies de ranas arlequín evaluadas por la UICN, 83% están en peligro de extinción, mientras que alrededor del 40% de las especies de Atelopus han desaparecido de sus hogares conocidos y no se han visto desde principios de la década de los 2000s, a pesar de grandes esfuerzos para encontrarlas. Cuatro especies de ranas arlequín ya están clasificadas como extintas, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, pero este número probablemente sea mayor.

El hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) causa la enfermedad letal quitridiomicosis, que ha provocado una disminución de los anfibios en todo el mundo, incluso en Australia y el oeste de los Estados Unidos. Aunque es probable que Bd sea la principal causa de estas disminuciones, otras amenazas están exacerbando los precipitados declives en la población. Esto incluye la destrucción y degradación de los hábitas (como resultado de la agricultura animal, la tala, la minería y el desarrollo de infraestructura), la introducción de especies invasoras como la trucha arcoíris que se alimenta de renacuajos de ranas arlequín, la contaminación, la recolección ilegal para el comercio de mascotas y la efectos del cambio climático.

La ASI y sus miembros, incluidos gobiernos, comunidades locales y pueblos indígenas, abordarán en colaboración cada una de estas amenazas, y las nuevas amenazas que surjan, para todo el género, teniendo en cuenta las realidades sociales, políticas y culturales de cada uno de los 11 países donde se encuentran las ranas arlequín.

“Con sus bellas canciones y estilos de vida únicos, los anfibios se encuentran entre los animales más extraordinarios de la Tierra, y entre ellos, las ranas arlequín se destacan por sus asombrosos colores”, dijo Luis Fernando Marin da Fonte, coordinador del ASI y director de alianzas y comunicaciones para la Amphibian Survival Alliance. “Pero estas joyas coloridas y delicadas son cada vez más raras. Las ranas arlequín deben ser protegidas no solo por su belleza y singularidad, sino también por su valor intrínseco e importancia biológica, ecológica e incluso cultural.”

El Plan de Conservación para la Rana Arlequín (Atelopus) (HarleCAP), recientemente desarrollado por la Iniciativa, proporciona la hoja de ruta para conservar y recuperar el género de las ranas arlequín y su hábitat. Los objetivos del plan de acción que la ASI pretende alcanzar para el 2041 (el 200 aniversario de la descripción del género Atelopus), incluyen:

desarrollar e implementar métodos innovadores para mitigar los impactos del quitridio en las poblaciones de rana arlequín y comprender mejor por qué algunas especies son menos susceptibles a los efectos del quitridio;
proteger y restaurar los bosques y las cuencas hidrográficas de la rana arlequín;
crear y mantener programas de cría para la conservación;
buscar especies perdidas para la ciencia y llenar otros vacíos en el conocimiento científico sobre las ranas arlequines;
compartir historias que transformarán a las ranas arlequín en símbolos de esperanza para la región y el mundo, y una insignia de éxito de conservación;
asegurar que la red de conservación Atelopus cuente con el apoyo técnico, logístico y financiero para asegurar la conservación a largo plazo de las ranas arlequín.

“El establecimiento de iniciativas colaborativas a nivel internacional y regional es fundamental para coordinar esfuerzos y obtener resultados tangibles que tengan un impacto eficaz y real en la conservación de una especie en peligro de extinción,» dijo Gina Della Togna Universidad Interamericana de Panamá, Panamá. «La Iniciativa de Supervivencia Atelopus es un ejemplo concreto, que no solo tiene como objetivo conservar una especie, sino todo un género, quizás el más amenazado por la crisis global de extinción de los anfibios”.

Las ranas arlequín se encuentran desde Costa Rica en el norte hasta Bolivia en el sur, Ecuador en el oeste y Guayana Francesa en el este. Se les conoce como las joyas del Neotrópico en parte por sus hermosos y variados colores, que van desde el naranja, el verde, el amarillo, el marrón, el negro, el rojo y, a veces, incluso el morado. Se celebran en varias culturas latinoamericanas, incluidas las culturas indígenas, y en países enteros, como en Panamá, donde el animal nacional es la rana dorada panameña.

Como otros anfibios, las ranas arlequín son vitales para ecosistemas saludables. Sus renacuajos dependen del agua limpia y, debido a esto, la presencia de ranas arlequín indica agua de mejor calidad en un ecosistema, mientras que su declive o ausencia es a menudo el primer signo de un ecosistema en problemas.

“Proteger y restaurar las ranas arlequín y sus hábitats también beneficiará a otras especies que comparten los ecosistemas en los que viven y que proporcionan agua a decenas de millones de personas y, en última instancia, a toda la vida en la Tierra”, dijo Valencia. “Esperamos que la ASI sea un modelo exitoso que los conservacionistas puedan emular para otros grupos de especies amenazadas.”

La Iniciativa de Supervivencia Atelopus incluye grupos de conservación nacionales e internacionales, zoológicos, centros de cría en cautiverio, instituciones académicas, gobiernos y comunidades locales. Sus miembros actuales representan las siguientes organizaciones:
Amphibian Ark, Amphibian Survival Alliance, Asociación Pro Fauna Silvestre – Ayacucho, Bioparque Municipal Vesty Pakos, Bolivian Amphibian Initiative, Centre National de la Recherche Scientifique, Centro de Conservación de Anfibios AMARU, Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios/Fundación Jambatu, CORBIDI, DoTS, El Valle Amphibian Conservation Center Foundation, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Florida International University, Fort Worth Zoo, Fundación Atelopus, Fundación Zoológica de Cali, Universidad del Tolima (GHEE), Grupo de Trabajo Atelopus Venezuela, Image Conservation, Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia, Instituto Venezolano de, Investigaciones Científicas, Ministerio del Ambiente de Perú, MUBI (Museo de Biodiversidad del Perú), Parque Explora, Parque Nacional Natural Puracé, Photo Wildlife Tours, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Pontificia Universidad Javeriana, Re:wild, San Diego State University, Smithsonian Tropical Research Institute, Trier University, Universidad de Antioquia, Universidad de Costa Rica, Universidad de los Andes, Universidad del Tolima, Universidad del Magdalena, Universidade Federal do Pará, Universidad Nacional, Universidad Interamericana de Panamá, Universidad Nacional de Colombia, Universidad San Francisco de Quito, Universidade Estadual de Campinas, Universidade Federal do Oeste do Pará, University of Nevada, Reno, University of Notre Dame, University of Pittsburgh, WCS (Wildlife Conservation Society), WCS Colombia, Zoológico Cuenca Bioparque Amaru

El Smithsonian libera ranas en peligro de extinción en Panamá

Los ensayos de liberación preparan el camino para la reintroducción de ranas arlequín variable

Hace algún tiempo era común encontrar la rana arlequin (Atelopus varius) a lo largo de las corrientes de montaña, desde el oeste de Costa Rica hasta el oeste de Panamá.Ahora esta especie se encuentra en peligro en toda su área de distribución, diezmada por una enfermedad causada por el hongo quítrido. La rana arlequín es altamente sensible a este hongo, el cual ha llevado a esta y otras muchas especies de ranas en Centro America al borde de extinción. El 17 de enero, investigadores del Smithsonian liberaron aproximadamente 500 ranas en un sitio de concesión a Cobre Panamá en la provincia de Colón, Panamá, como un primer paso hacia una posible reintroducción a gran escala de esta especie. Esta liberación de prueba está incluida en el plan de conservación de biodiversidad de Cobre Panamá como una parte importante de sus compromisos ambientales.


La rana arlequín, Atelopus varius toma su nombre por la variedad de colores en neón (verde, amarillo, naranja o rosa) yuxtapuestos con el negro en su piel. Con el fin de monitorear las ranas liberadas a lo largo del tiempo, 30 de ellas llevan transmisores miniatura. El equipo científico también le colocó a cada rana un marcador de dedo de elastómero que brilla bajo la luz ultravioleta, esto para marcar a los individuos como parte de un estudio de monitoreo de la población.

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) espera asegurar el futuro de este y otros anfibios en peligro mediante la reintroducción de animales criados en cautiverio de acuerdo con un plan de acción desarrollado con el Ministerio de Ambiente de Panamá.

«Antes de reintroducir ranas en áreas remotas, tenemos que aprender cómo les va en el hábitat y lo que tenemos que hacer para aumentar sus posibilidades de supervivencia en lugares donde podamos monitorearlas de cerca», comentó Brian Gratwicke, Coordinador Internacional del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá (PARC) en el Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian. «Los ensayos de liberación pueden tener éxito o no, pero las lecciones que aprendemos nos ayudarán a entender los desafios que tienen estas ranas en su transición de vida en cautiverio a un hábitat natural”.

«La rana arlequín es uno de los parientes más cercanos de la Atelopus zeteki, la emblemática rana dorada de Panamá, otra especie objetivo en nuestro programa de cría en cautiverio», comentó Roberto Ibáñez, Director del proyecto PARC en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá. «Estaremos monitoreando la comunidad anfibia de los alrededores y el clima en este sitio, y comparando estos parametros con la comunidad de anfibios en otro sitio de control. Este tipo de monitoreo intensivo nos permitirá entender la dinámica de la enfermedad en relación a estos ensayos de liberación «.

«Nos tomó algunos años dominar cómo criar con éxito estas ranas en cautiverio», comentó Ibáñez. «A medida que la cantidad de individuos que tenemos continúa en aumento, tenemos nuevas oportunidades de investigación que nos permiten entender los factores que tienen influencia en su sobrevivencia, lo cual es información muy relevante para ir generando estrategias de largo plazo para su re-introducción”.
Esta prueba de liberación fue posible gracias al apoyo de Cobre Panama, National Geographic Society, el Fondo Mohammed bin Zayed y al WoodTiger Fund.
El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá es una asociación entre el Zoológico Cheyenne Mountain, el Zoológico de Houston, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el Instituto de Biología de Conservación Smithsonian y el Zoológico de Nueva Inglaterra. Tiene dos instalaciones en Panamá: una en el Centro de Rescate y Conservación de Anfibios de STRI en Gamboa y el Centro de Conservación de Anfibios de El Valle, en El Níspero. Combinadas, estas instalaciones cuentan con personal de tiempo completo que se ocupa de cuidar una colección de 12 especies en peligro de extinción.

Reporte del Taller de Conservación de las Ranas Doradas de Panamá

Tengo el placer de distribuir el Reporte del Taller de Conservación de las Ranas Doradas de Panamá en su versión oficial en Español.

golden frog report

El grupo para la conservación de las ranas doradas de Panamá se reunió en El Valle de Antón en Noviembre de 2013 para identificar y abordar los temas críticos necesarios para conservar las ranas doradas de Panamá, fomentar la colaboración y el intercambio de información, y desarrollar un plan de acción para ampliar los esfuerzos de conservación con miras hacia el futuro. Con la misión de «salvar un tesoro nacional, devolviendo la rana dorada a la naturaleza», el grupo ha logrado importantes avances dentro del manejo de poblaciones en cautiverio, manejo de enfermedades, manejo del hábitat, análisis de viabilidad de la población (PVA por sus siglas en ingles) y comunicación y colaboración.

Estos son algunos de los avances mas importantes:

1. El manejo de las poblaciones en cautiverio de Panamá y Estados Unidos han combinado esfuerzos para mejorar las condiciones en cautiverio y aumentar la cría y reproducción de sus ejemplares mas valiosos. EVACC ha tenido un éxito de reproducción sustancial en los últimos años. Y el uso de tecnologías de crio preservación y tratamiento hormonal esta siendo desarrollados por nuestros colaboradores.

2. Aproximadamente diez grupos de investigación en manejo de enfermedades trabajan en una amplia gama de proyectos que generan valioso conocimiento sobre las características y epidemiologia de Bd; virulencia y transmisión; defensas naturales, respuesta inmune y heredabilidad de la resistencia y/o tolerancia a la enfermedad.

3. Las misiones de rescate y monitoreos de enfermedades en estado salvaje continúan en sitios históricos de distribución de las ranas doradas. El Proyecto Atelopus ha encontrado cuatro poblaciones de Atelopus varius en la naturaleza y continúan con la búsqueda de otras poblaciones sobrevivientes.

4. El primer análisis de viabilidad de población y modelo de enfermedad esta siendo desarrollado por miembros del grupo que tiene el mismo nombre. Científicos lideres en historia natural, comportamiento, requerimiento de hábitat, cría en cautiverio, enfermedades y modelaje participaron de un taller de priorización de proyectos de investigación que alimenten estos programas.

5. Por tres años consecutivos el grupo ha realizado reuniones frecuentes en donde se revisan los avances, se identifican los retos y se discuten soluciones dentro de cada grupo de trabajo. Se han producido documentos publicados y distribuidos en revistas científicas, importantes sitios web de conservación como la lista roja de especies en peligro de la IUCN, zoológicos y acuarios, organizaciones encargadas de la toma de decisiones y material educativo para programas escolares y de educación ambiental.

6. Un componente fuerte de educación ha generado la atención y toma de conciencia del publico en general que visita y participa de actividades como El Festival de la Rana Dorada. Los esfuerzos para la conservación de los anfibios en Panamá son liderados por panameños con el apoyo de organismos internacionales de financiación y donantes. Uno de los objetivos del proyecto es conseguir más inversión panameña en la conservación de Panamá mientras continúa con la capacitación de personal, infraestructura y apoyo al reforzamiento de las leyes.

por Angie Estrada.

Reunión sobre la Rana Dorada panameña

Meeting Participants from the golden frog PHVA workshop

Reunión Estratégico de Planificación de Conservación de Especies para la Rana Dorada Panameña

Del 19 al 22 noviembre un grupo de científicos de países tan lejanos como Australia se reunieron en el Hotel Campestre durante el Taller Estratégico de Planificación de Conservación de Especies para la Rana Dorada panameña. Los participantes compartieron información sobre el estado actual de las ranas doradas en cautiverio y en la naturaleza. Ellos iniciaron un diálogo abierto sobre las preocupaciones relativas a la conservación de esta especie, la educación y la participación de la comunidad, además de cómo crear un marco para coordinar y orientar el trabajo de aquellos dedicados a la recuperación de la rana dorada panameña.

La reunión fue convocada por el Proyecto Rana Dorada y Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá y facilitada por el Grupo de Especialistas en Conservación y Reproducción. Agradecemos a la Fundación Anela Kolohe y la Fundación Shared Earth para la financiación.

Plan para salvar de la extinción a los anfibios de Panamá

Ciudad de Panamá, 29 de marzo de 2012.

La Autoridad Nacional del Ambiente de Panamá (ANAM) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales presentaron hoy el “Plan de Acción Para la Conservación de los Anfibios en Panamá,” que constituye el primer paso que guía una serie de acciones a implementarse con la finalidad de hacerle frente a la alarmante declinación de los anfibios en Panamá.

Atelopus certus

Los anfibios (ranas, sapos, salamandras y cecilias) fueron los primeros vertebrados en poblar el medio terrestre. Presentan particularidades biológicas y ecológicas que los convierten en organismos extremadamente sensibles a cambios en el ambiente que los rodea. Son parte importante del balance ecológico pues se alimentan de grandes cantidades de insectos y a su vez son alimento para otros animales. Por tal razón, son utilizados ampliamente como indicadores y sistema de alerta ante factores que influyen sobre la salud o calidad del ambiente.

En 1989, los científicos lanzaron una voz de alarma debido a que las poblaciones de anfibios alrededor del mundo estaban disminuyendo. Unos años más tarde, se dieron cuenta de que las ranas, sapos, cecilias y salamandras estaban desapareciendo debido a un hongo que causa una enfermedad conocida como quitridiomicosis y que las declinaciones de poblaciones y desapariciones de especies eran más evidentes en Panamá, que en cualquier otra parte del mundo.

Se ha confirmado que en Panamá esta enfermedad es responsable de diezmar gran parte de las poblaciones de ranas y sapos de forma progresiva y sostenida. De acuerdo a la lista roja de la IUCN, de las 197 especies de anfibios registrados en Panamá, un 25% –alrededor de unas 50 especies— están catalogadas como amenazadas. La enfermedad ha devastado las ranas de las tierras altas del oeste y centro de Panamá y se esparce a través del país hacia el este.

La velocidad y letalidad con la que actúa este hongo patógeno plantean la necesidad de responder rápidamente; ya que los científicos prevén que en poco tiempo la enfermedad se extenderá a todo el país, alcanzando áreas de gran riqueza de anfibios como Darién. Esta situación se agrava con la inminente desaparición de especies que pudieran contener compuestos medicinales (analgésicos, antimicóticos) en su piel o que ni siquiera han sido descritas por la ciencia.

Por ello, el Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios en Panamá busca la estrecha colaboración con los diferentes grupos de interés para realizar una planificación participativa, integrar iniciativas, optimizar recursos disponibles e identificar posibles fuentes de financiamiento. El Plan integra componentes específicos de investigación, conservación y educación a corto y mediano plazo para asegurar las poblaciones en el futuro.

El componente de investigación busca proponer e impulsar acciones específicas que generan información científica para la comprensión de la problemática y la implementación de estrategias de conservación. El componente de Conservación contempla el proyecto de conservación ex situ como respuesta inmediata para preservar en cautiverio especies de anfibios actualmente amenazadas en su hábitat natural. Finalmente, el componente de Educación busca implementar programas de educación y campañas divulgativas, dirigidas a crear conciencia sobre el público en general que a su vez faciliten la ejecución de las medidas de conservación.

– Mónica Alvarado Garrido, Smithsonian Tropical Research Institute