Ciudad de Panamá, 29 de marzo de 2012.
La Autoridad Nacional del Ambiente de Panamá (ANAM) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales presentaron hoy el “Plan de Acción Para la Conservación de los Anfibios en Panamá,” que constituye el primer paso que guía una serie de acciones a implementarse con la finalidad de hacerle frente a la alarmante declinación de los anfibios en Panamá.
Los anfibios (ranas, sapos, salamandras y cecilias) fueron los primeros vertebrados en poblar el medio terrestre. Presentan particularidades biológicas y ecológicas que los convierten en organismos extremadamente sensibles a cambios en el ambiente que los rodea. Son parte importante del balance ecológico pues se alimentan de grandes cantidades de insectos y a su vez son alimento para otros animales. Por tal razón, son utilizados ampliamente como indicadores y sistema de alerta ante factores que influyen sobre la salud o calidad del ambiente.
En 1989, los científicos lanzaron una voz de alarma debido a que las poblaciones de anfibios alrededor del mundo estaban disminuyendo. Unos años más tarde, se dieron cuenta de que las ranas, sapos, cecilias y salamandras estaban desapareciendo debido a un hongo que causa una enfermedad conocida como quitridiomicosis y que las declinaciones de poblaciones y desapariciones de especies eran más evidentes en Panamá, que en cualquier otra parte del mundo.
Se ha confirmado que en Panamá esta enfermedad es responsable de diezmar gran parte de las poblaciones de ranas y sapos de forma progresiva y sostenida. De acuerdo a la lista roja de la IUCN, de las 197 especies de anfibios registrados en Panamá, un 25% –alrededor de unas 50 especies— están catalogadas como amenazadas. La enfermedad ha devastado las ranas de las tierras altas del oeste y centro de Panamá y se esparce a través del país hacia el este.
La velocidad y letalidad con la que actúa este hongo patógeno plantean la necesidad de responder rápidamente; ya que los científicos prevén que en poco tiempo la enfermedad se extenderá a todo el país, alcanzando áreas de gran riqueza de anfibios como Darién. Esta situación se agrava con la inminente desaparición de especies que pudieran contener compuestos medicinales (analgésicos, antimicóticos) en su piel o que ni siquiera han sido descritas por la ciencia.
Por ello, el Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios en Panamá busca la estrecha colaboración con los diferentes grupos de interés para realizar una planificación participativa, integrar iniciativas, optimizar recursos disponibles e identificar posibles fuentes de financiamiento. El Plan integra componentes específicos de investigación, conservación y educación a corto y mediano plazo para asegurar las poblaciones en el futuro.
El componente de investigación busca proponer e impulsar acciones específicas que generan información científica para la comprensión de la problemática y la implementación de estrategias de conservación. El componente de Conservación contempla el proyecto de conservación ex situ como respuesta inmediata para preservar en cautiverio especies de anfibios actualmente amenazadas en su hábitat natural. Finalmente, el componente de Educación busca implementar programas de educación y campañas divulgativas, dirigidas a crear conciencia sobre el público en general que a su vez faciliten la ejecución de las medidas de conservación.
– Mónica Alvarado Garrido, Smithsonian Tropical Research Institute