Reproducción por primera vez reaviva esperanzas para especie de rana en peligro crítico de extinción

Juvenil Craugastor evanesco photo: R. Ibanez, STRI

Cuando los investigadores descubrieron a Craugastor evanesco en los bosques tropicales de Panamá, la apodaron “rana desvaneciente” para hacer incapié en la rapidez con la que la enfermedad infecciosa quitridiomicosis ha devastado a su población. En el 2010, cuando los investigadores publicaron sobre esta nueva especie, la rana desvaneciente ya había desaparecido del parque donde fue descubierta.

Sin embargo, puede que la rana desvaneciente tenga una oportunidad de sobrevivir gracias al Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá; el cual, en diciembre, se convirtió en el primer programa en reproducir esta especie bajo cuidado humano. Luego de varios intentos de reproducir a la especie en el 2015, una pareja ha producido una cría, un éxito que ha dado lugar a un cauto optimismo en poder replicar dicho resultado por el proyecto de rescate.

“Un solo ejemplar no basta para hacer que el programa de reproducción sea exitoso, pero sí demuestra que se puede lograr,” dice Brian Gratwicke, biólogo en conservación de anfibios del Instituto Smithsonian en Biología de la Conservación (SCBI por sus siglas en inglés) y coordinador internacional del proyecto de rescate. “En todos los viajes se empieza con el primer paso y éste es un paso crítico, no solamente para esta especie, sino potencialmente para otros anfibios en peligro de extinción con necesidades reproductivas similares.”

El proyecto de rescate, un centro de anfibios operado por el SCBI y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, cuenta actualmente con una población de 20 machos y 20 hembras de la rana desvaneciente. Los conservacionistas colectaron las ranas en un sitio de tierras bajas en el centro de Panamá, donde el proyecto de rescate está trabajando en la conservación de anfibios en el área con el apoyo de Minera Panamá S.A. Poner a una especie en peligro crítico de extinción bajo cuidado humano require aprender sobre su crianza, así como necesidades reproductivas para evitar que la especie desaparezca para siempre, lo cual a veces representa desafíos insuperables.

“Armar las piezas de la historia natural de una especie, usando sistemas artificiales, podemos recrear de la mejor forma posible un ambiente donde los animales se sientan lo suficientemente cómodos como para reproducirse,” dice Heidi Ross, directora del Centro de Conservación de Anfibios El Valle del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, cuya experiencia y conocimiento ha llevado a la reproducción de la especie por primera vez. “Si pudimos llegar a este punto, que sean sexualmente activos en nuestro hábitat artificial, entonces podemos simplemente explotar el sistema basándonos en lo que funcionó, lo que no funcionó y los materiales que tenemos a nuestra disposición. Lo que hacemos arduamente día tras día es asegurarnos de cubrir sus necesidades básicas para que puedan ayudarnos a evitar que desaparezcan de su ambiente natural.”

El grupo de ranas Craugastor tiene un sistema reproductor único llamado desarrollo directo, ellas entierran los huevos en arena húmeda de donde salen miniaturas de adultos totalmente formados. “Poder comprender las señales de reproducción de las ranas, sus necesidades dietéticas y cómo emular su ambiente natural es esencial para la reproducción exitosa”, dice Ross.

“Ante la difícil situación actual de los anfibios en nuestra región, este proyecto representa una esperanza científica y biológica no sólo para su estudio, sino también para la recuperación de la especie en la zona de su distribución. Siendo ésta una de las especies de interés del Proyecto Cobre Panamá, toma especial importancia su reproducción en cautiverio, puesto que la enfermedad infecciosa mortal que les aqueja es muy rápida y estando en mano de científicos experimentados, puede controlarse y reproducirse en mejores condiciones”, Blanca Araúz, bióloga y Superintendente de Biodiversidad de Minera Panamá.

Aunque los científicos siguen de vez en cuando encontrando algún ejemplar de ranas desvanacientes en su hábitat natural, todavía no han encontrado una población autosostenible viable. La enfermedad quitridiomicosis ha sido relacionada con el descenso dramático de poblaciones de especies de anfibios en todo el mundo. El grupo de ranas en la serie Craugastor rugulosus son particularmente susceptibles a quitriomicosis, con tres especies estrechamente relacionadas en Panamá que han desaparecido, poniendo presión extra en asegurar la sobreviviencia de Craugastor evanesco.

“Es todo una curva de aprendizaje,” dice Gratwicke. “Tengo esperanzas de poder replicar este evento de reproducción y desarrollar un programa de reproducción sostenible. Si esto se logra, podremos hacer que esta especie regrese a su hábitat natural tan pronto como sepamos cómo hacerlo de manera segura. Si podemos lograr esto último, será tiempo de celebrar.”

El Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá es una colaboración entre el Zoológico de Houston, el Zoológico de Cheyenne Mountain, el Zoológico de New England, SCBI y STRI.