Estudiando comportamiento y hormonas para mejorar el cuidado de anfibios

Shawna_CikanekAntes de comenzar mi investigación en el Smithsonian sabía sorprendentemente poco sobre el estado de anfibios en el mundo. Fui afortunada en recibir una pasantía a través de Kansas State University College of Veterinary Medicine en el Smithsonian Conservation Biology Institute en Front Royal, Virginia. Cuando llegue a Front Royal aprendí rápidamente sobre la condición de los anfibios en el mundo y recuerdo escuchar en asombro cuando me hablaron sobre “Amphibian Arks” en Gamboa y en El Valle en Panamá, y como ellos tienen los últimos individuos de las especies más preciosas en Panamá. Las ranas han sido traídas a colonias para tratar de garantizar su supervivencia ante la amenaza del patógeno fúngico Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) que es responsable por la desaparición de muchas especies alrededor del mundo. Inicialmente, las ranas Arlequín en los “Amphibian Arks” en Panamá eran alojadas individualmente, porque cuando eran puestas juntas los cuidadores notaban que los machos peleaban, ellos estaban preocupados que las peleas estresarían demasiado a estos preciosos animales. Desafortunadamente esto llevo a que hubiera una falta de espacio en el arca. El zoológico de Maryland en Baltimore, que nos ayuda a coordinar el plan de supervivencia de especies para las ranas doradas en Estados Unidos, sugirió que agrupáramos individuos del mismo sexo. Ellos notaron que esto estaba funcionando muy bien para ranas criadas en cautividad, pero nosotros queríamos evaluar si las ranas Arlequines silvestres podrían adaptarse a esta situación de vivienda. Atelopus_behaviourMis colaboradores en Panamá condujeron un estudio de comportamiento donde ponían a las ranas en grupos y monitoreaban el número de interacciones agresivas entre los individuos, asegurándose que no se lastimaran. En Front Royal trabaje con mis colegas en laboratorios endocrinos para medir el nivel de cortisol, una hormona esteroide que las ranas producen y puede ser detectado en su excremento. Adaptamos métodos existentes usados por el SCBI para detectar la hormona en otros animales como pandas y elefantes. Encontramos, inicialmente, que las ranas que vivían juntas interactuaban agresivamente una con la otra, esto se veía reflejado en los elevados niveles de cortisol en el excremento de las ranas durante la primera semana. Pero después de las primeras dos semanas, la frecuencia de comportamiento agresivo disminuyo dramáticamente y la concentración de cortisol bajo a un nivel normal. Basado en estos resultados, nosotros determinamos que las ranas Arlequines silvestres podían ser alojadas en grupos del mismo sexo por periodos extendidos de tiempo. Este estudio nos ayudó inmensamente a reducir las limitaciones de espacio en nuestra colección ex situ de anfibios. Nosotros esperamos que nuestro nuevo método pueda ser útil para otros que quieran evaluar cuestiones de cría en las colecciones de anfibios en cautiverio. Escrito por Shawna Cikanek, Kansas State University Traducido por S. Deva